CURSOS JULIO 2016

A continuación les compartimos información de nuestros próximos cursos.

Te esperamos!!!

Recuerda compartir información con tus familiares y amigos.

 

 

 

Carta de un maestro

Esta carta está escrita desde el corazón de un maestro, de las buenas intenciones y de los tropiezos para educar, de entrar en consciencia de lo que un maestro impacta en la vida de sus alumnos.

Querido alumno:

Como todos los años, he elegido ser tu maestro para que a través de mi trabajo seas cada día mejor.  Muchas veces veo tu rostro, cuando vienes con desgano, cuando parece que la vida te ha jugado mal, cuando crees que todo el mundo está en contra tuyo (incluyéndome por supuesto).

Déjame recordarte que soy tu maestro, estoy aquí para ayudarte a descubrir el talento que tienes, para mostrarte cuán capaz eres y lo bendecido que estás en tu vida.

Sí, tus padres no son como quisieras quizás, te gustaría tener mejor ropa, zapatos, casa, etc. Sé perfectamente cuánto ansías tener ese play station, ese celular de última generación y los juegos que más te gustan.

Conozco cada una de tus etapas, porque estudié y me preparé para que según tu edad desarrolles tus habilidades, tus capacidades, tus conocimientos y tus actitudes.

Entiendo tus emociones y con mi experiencia pretendo guiarte a comprenderte a ti mismo y que las uses para tu crecimiento personal y tengas buenas relaciones.

Te veo y sé cuanto vas cambiando cada día y cada año, sé que a veces se siente extraño crecer y verte diferente, es lo más natural que te puede suceder.

Cuando te vi el primer día de clases te observé detenidamente, tus ojos eran una mezcla de emoción, alegría, asombro, incertidumbre e ilusión.

Quiero que sepas que cada día me esfuerzo por conservar en ti esa expresión de alegría y asombro por el mundo.

Quizás pienses que ya estoy obsoleto, que mi mente no se actualiza tan pronto como tú, que analizar la historia es una pérdida de tiempo, que resolver ecuaciones no te servirá jamás, que es aburrido cada vez que te repito que escribas bien, o que hablar de valores ya no está de moda.

Pues déjame decirte, que desde mi experiencia, desde lo que he leído, vivido y aprendido, mi mayor intención no es convencerte de que yo tengo la razón.

Sólo quiero que te veas con mis ojos por un momento, que comprendas que voy a insistir a que aprendas a ser laborioso porque si no te esfuerzas no ganas; que aprendas a resolver ese problema matemático porque sólo ante los retos tu mente se abrirá a soluciones creativas; que conozcas la historia para que no repitas errores y tengas pensamiento crítico; que uses correctamente las palabras para que te comuniques bien con los demás y no tengas conflictos, y  que comprendas que tu valor como persona se enriquece con la práctica de buenas actitudes y valores para que se abran puertas en tu vida.

Así es querido alumno, ser maestro es mucho más complejo que sólo enseñarte a sumar y restar, tú mismo sabes que esa información la encuentras en alguna página de internet.

Ser maestro es formar (darle forma), es decir, estoy dando forma a tu personalidad, a tu talento, a tus emociones, a tu integridad, a tu potencial intelectual, a la calidad de persona que tendrás.

Por esa razón, mi trabajo no termina en el salón de clases, muchas veces lo llevo a casa y me desvelo pensando en cómo lograrlo.  Mi labor se queda corta en el aula, por esa razón en el patio de recreo te llamo la atención cuando veo que no juegas con otros porque estoy formando tu capacidad de convivir con los demás.

Sé que pronto será el Día del Maestro, alguno quizás se acerque con un presente, una tarjetita o un abrazo, y lo agradeceré con todo mi corazón porque sé que está hecho con cariño.   Pero más allá de esto, el mejor regalo que me gustaría recibir es verte realizado, feliz y apasionado trabajando mientras haces lo que te gusta.

Mi mayor regalo será la satisfacción de ver que valió la pena el esfuerzo que hago cada día por ser un maestro, no sólo de alguna asignatura, sino un maestro y modelo de vida.

Por último, quiero agradecerte a ti y a tus padres por confiar en mí para ser tu guía en este proceso de convertirte en la mejor versión de ti mismo.

Después de ser tu maestro, espero convertirme en un amigo en quien puedas encontrar un buen consejo cuando lo necesites.  Será un honor estar para ti y que recuerdes que cuentas con mi cariño sincero.

Con mucho amor,

                          Tu Maestro

¡Feliz Día del Maestro!

 

¿Por qué son difíciles las matemáticas?

Para muchas personas, hablar de matemáticas es ponerlos en una situación muy complicada.  He tenido la oportunidad de observar cómo alumnos, padres y maestros le temen a esta área de aprendizaje.

Lo más interesante, es que nuestro sistema educativo da prioridad al área matemática pero en las pruebas internacionales como PISA estamos muy por debajo de lo esperado.  Esta situación no sucede únicamente en Guatemala, sino también a nivel latinoamericano.

En las evaluaciones del MINEDUC en Guatemala, también se ve reflejada esta deficiencia que afecta el desempeño de los alumnos, no sólo en las pruebas sino en las universidades y en el campo laboral.

Esto nos lleva a considerar en qué hemos fallado como sistema educativo y cómo es posible que esta situación sigue afectando a generaciones.

El enfoque por competencias ha encendido una luz al permitirnos divisar más allá en la educación.  Elementos como el desarrollo de las habilidades ampliando la memorización de contenidos, el constructivismo como estrategia para que el alumno sea partícipe de su propio aprendizaje y la inclusión de las habilidades sociales para mejorar el aprendizaje,  hacen evidencia de que aún tenemos mucho por recorrer.

Y en este aspecto, vemos cómo las matemáticas tienen un poder de influir el desarrollo a través de la capacidad de los adultos para hacer pensar a los niños y adolescentes.

¿Por qué fallamos en la enseñanza de las matemáticas?

1. Las matemáticas son un área de aprendizaje que requiere el uso de habilidades y debe darse prioridad al desarrollo del área cognitiva para que pueda ser procesada la información.  Si sólo nos enfocamos en las respuestas exactas es muy probable que estemos descartando la estrategia que utiliza cada niño o adolescente para procesar lo que observa y percibe. 
2. Les modelamos los procedimientos para resolver problemas.  Gran parte del fracaso en esta área se debe a que a los niños se les dan las «soluciones digeridas».   Como estamos enfocados en que el maestro es quien sabe las respuestas correctas, olvidamos que lo que necesitamos es activar los propios recursos del niño.  Olvidar que nuestra tarea educativa es el desarrollo de la Autonomía Intelectual es uno de los pecados más graves de la educación, debemos desarrollar el arte de preguntar.

1. Pensar que para enseñar matemáticas es suficiente un libro.  Los contenidos y procesos mentales de esta área de aprendizaje se encuentran en todo lugar y circunstancia.  Sin embargo, el producto del conductismo de nuestro sistema escolar es la falsa creencia que se aprende para aprobar un examen o un grado.  Salir del esquema del libro y el cuaderno es necesario.  El pensamiento nace del movimiento, por lo que vivienciar los conceptos matemáticos mejorará la comprensión de las matemáticas.  Experimentarlo en situaciones de la vida cotidiana influirá en la percepción que tenemos de los números, antes aún de llegar a trabajar en un libro.
2. El desarrollo de las habilidades matemáticas implica tener consciencia del nivel de abstracción del alumno.  Muchos educadores del área de secundaria, incluso de primaria, dan por sentado que sus estudiantes ya cuentan con el nivel de abstracción necesario. Sin embargo está comprobado que no es así en muchos casos.   El punto anterior consolida que podamos hacer significativo el aprendizaje, por lo que debemos tomar en cuenta que es necesario utilizar materiales concretos antes de pasar a conceptos abstractos, aún cuando quien aprende es un adolescente.
3. El contenido matemático no representa un desafío mental, sino la reproducción de información.   La problematización del aprendizaje implica que los adultos diseñemos los contenidos de tal manera que a través de las matemáticas se resuelven situaciones diversas.  Plantear el contenido en forma de reto mental, encenderá la llama de la competitividad y con una buena mediación del maestro o adulto, el niño o adolescente será capaz de resolverlo por sí mismo.  En la medida que el alumno obtiene pequeños logros, su confianza personal lo llevará a intentar nuevos y mayores desafíos mentales.

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Comer bien, aprender bien

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Para algunas familias, este principio es básico para garantizar un buen rendimiento escolar en los niños y adolescentes.

Sin embargo, en la experiencia de muchos maestros este principio no siempre se observa y tiene consecuencias nefastas en el desempeño académico de los alumnos.

 

Un porcentaje de niños no desayuna antes de ir a la escuela por diversas razones:

• Viven lejos de la escuela y salen muy temprano, lo cual no les permite hacer este tiempo de comida.
• A los niños no se les apetece hacer el desayuno.
• No se acostumbra en la familia desayunar.
• Bajos recursos económicos

El desayuno es la primera ingesta que se hace en el día, es necesario que se realice debido a que el aporte calórico permite que el niño cuente con la energía necesaria para concentrarse y asimilar el aprendizaje.

Es importante que los padres busquen alternativas de solución para que sus hijos adquieran este hábito.

Si es un reto que desayune tu hijo, empieza preparándole algún licuado de frutas que le guste o algún atol de avena, incaparina, u otro que sea nutritivo.

La refacción o merienda escolar, está contemplada dentro del horario de estudios.  Es un tiempo de comida que también requiere atención.

En muchas ocasiones, lo práctico de nuestra vida moderna nos facilita algunos alimentos que, aunque son atractivos para los niños, no aportan elementos nutritivos a su desarrollo y crecimiento.

Cuando prepares la refacción escolar, puedes tomar las siguientes recomendaciones:

a) Incluya variedad de alimentos pero tenga en cuenta las porciones de acuerdo a la edad del niño.

b) Debe considerar por lo menos una fruta o ensalada dentro de la refacción.

c) Preferir refrescos naturales en lugar de jugos envasados.

d) Modera el consumo de dulces, golosinas y chocolates.

e) Presentar en forma atractiva la comida hará que los niños coman con más gusto.

f) Evitar las «chucherías» o bolsitas de tienda, debido a su contenido en Glutamato monosódico que afecta el sistema nervioso en un consumo constante.

Recuerda que la calidad de alimentación que tenga el niño y adolescente dependerá de los hábitos que los padres promuevan, estos se convertirán en su estilo de vida como adultos.

Una buena nutrición será el combustible perfecto para el cerebro de tu hijo.

¡Pequeños hábitos que favorecen grandes éxitos!

No confundamos la hiperactividad

A lo largo de mi experiencia como educadora y asesora, he podido escuchar comentarios de padres y maestros acerca de niños inquietos refiriéndose a ellos como «hiperactivos».

Es adecuado que conozcamos lo que realmente significa la hiperactividad y no debemos confundirla con la inquieta actividad física de los niños, que es normal hasta cierto punto.

 

La hiperactividad es uno de los aspectos que conforma el TDAH, que significa Trastorno por déficit de atención e hiperactividad.

Hay niños que por naturaleza suelen ser kinestésicos, es decir, tienen mucha capacidad para dominar su cuerpo y necesitan del movimiento para aprender.

Con una buena orientación, los niños canalizan sus energías y habilidades hacia determinadas actividades corporales.  Sin embargo el niño hiperactivo, tiene comportamientos que con frecuencia tienden a la agresividad. Tienen una necesidad imperiosa de moverse y por lo general, va acompañado de su facilidad para distraerse y una insistente impulsividad.  Estos síntomas son recurrentes y se manifiestan en todo lugar. Incluso en algunos casos se debe prescribir algún medicamento para controlar estas situaciones.

Pero si es un niño que solo le gusta moverse y jugar, debes tener cuidado de no etiquetarlo como hiperactivo, ya que son dos situaciones muy diferentes.

Así que es importante que sepamos que NO es hiperactividad.  NO es hiperactividad:

• Si el niño se mueve constantemente, pero sí puede controlar sus movimientos cuando se le solicita.
• Si al niño le encanta hacer deporte.
• Si su comportamiento de mucha actividad sólo ocurre en casa y no en el colegio.  El niño hiperactivo se mostrará así en todas partes.

• Si el niño no obedece de estarse quieto porque en casa lo acostumbraron a hacer lo que quiere.
• Si el niño no se puede quedar quieto mientras mamá mira su novela favorita.  En este caso, el programa sólo es poco atractivo para el niño.

Te recomiendo que la actividad del niño esté bien dirigida, así como algunos hábitos.  Por ejemplo, organiza actividades al aire libre, haz que duerma al menos 8 horas diarias y cuida lo que come.

Una estructura familiar que permita el juego, el movimiento y buenos hábitos, ayudará a todos los niños, en especial quienes suelen ser más inquietos.

 

 

 

 

 

 

 

El rol de los adultos y los trastornos de aprendizaje

Muchos niños y adolescentes enfrentan situaciones difíciles en la escuela al no contar con la orientación adecuada.

Si bien es cierto que cada niño desarrolla a un ritmo diferente de los demás, algunos presentan dificultades en su desempeño escolar.  Lo interesante es que en muchas ocasiones, la escuela se convierte en un juez que elimina de sus filas a aquellos a quienes no puede formar.

Por esa razón, es necesario que los educadores y padres estén conscientes de estos casos.  Deberán ir más allá de su rutina diaria para dar oportunidad a estos niños de adaptarse y encontrar alternativas que les permitan superar el área donde presentan alguna situación especial de aprendizaje.

El primer aspecto a considerar es que los adultos tienen un rol de orientadores y facilitadores.  Para lograrlo, se requiere de paciencia y observación, además de conocer qué puedo esperar del niño de acuerdo a su edad, sus intereses, las habilidades que se requieren para su desempeño y los síntomas que me advierten de algún trastorno en el proceso de su desarrollo.

A continuación, les comparto algunos elementos a considerar:

• Observe al niño y tome en cuenta qué juegos le atraen, que actividades le gustan más, cuáles se le facilitan y cuáles se le dificultan.
• Ponga atención en su motricidad gruesa y fina.  Vea si se le hace fácil o no, coordinar movimientos, gatear, lanzar pelotas, mantener el equilibrio, rodar, agarrar el lápiz correctamente, si se sale de la línea al colorear, etc.
• Cuando el niño se relacione con otros niños observe su vocabulario, si pronuncia bien, si se expresa con frases y oraciones coherentes y completas, si se aisla o se integra a los grupos.
• Otro aspecto es ver cómo canaliza su energía, es decir, si puede mantenerse tranquilo en una actividad o si se sienta y se para constantemente, si mueve las piernas cuando está sentado, si necesita hacer más ejercicio que los demás y si puede seguir instrucciones.
• Evalúe su postura al escribir, si se acerca mucho al libro o si pregunta constantemente para que le repitan frases o indicaciones.  Si esto sucede, considere realizarle un examen de la vista y/o una audiometría según sea el caso.
  

  
• Por último, dele oportunidad de intentar diversas actividades que le llamen la atención, como natación, deportes, baile, pintura, teatro, fotografía, música, coleccionar objetos de la naturaleza, jugar ajedrez, hacer rompecabezas.  Esto le indicará en gran medida cuáles son sus intereses pero también sus habilidades relacionadas a las inteligencias múltiples que predominan en el niño.

Cuando tenga esta información del niño le será más fácil detectar si existe algún problema relacionado al aprendizaje y el desarrollo, para así poder buscar opciones de apoyo o asesoría profesional de ser necesario.

Además, le ayudará a descartar causas físicas, emocionales y cognitivas si presenta dificultades en la escuela.

Una orientación oportuna nos permite actuar como padres y educadores en función de mejorar las capacidades y aprovechar el talento de los niños.

8 formas de ser inteligente

 

EL VALOR DE VIVIR LOS VALORES

Uno de los pilares que rige la vida de las personas es el de lo Valores.  En este caso, la familia tiene un papel protagónico al ser modelo de referencia para los niños y jóvenes.

Todo valor en sí mismo adquiere mayor validez cuando es puesto en práctica por las personas y por lo tanto, derivará en conductas observables.

 

Los niños necesitan modelos reales para imitar.  Los padres son los primeros en ser figuras que aplican los valores, por eso la primer recomendación es que empiece a evaluar los valores que orientan su comportamiento como padre.

Los valores van unidos a creencias, ideas, costumbres y tradiciones familiares.  Cada persona va estructurando gradualmente una jerarquía de valores.  Así, algunas personas darán mayor valor a la unión famiiar, mientras otras darán más significado a la obtención de bienes materiales.

La diferencia entre lo que priorizamos puede hacer marcadas diferencias, no sólo en el tipo de persona que somos (espiritual, económica, deportista, etc), sino en las decisiones que tomemos a lo largo de nuestra vida.

Smiling mother and daughter

Si un joven es muy inteligente y habilidoso, estimular su talento es indispensable, pero más importante es nutirirle de valores y actitudes que refuercen y aseguren su potencial para el éxito.

La constancia en sostener comportamientos congruentes a los valores de la familia, construirá una base sólida en la personalidad de los niños y jóvenes.

Si bien la escuela es un lugar de aprendizaje y tomarán acciones en función de reforzar estos valores, no podemos descartar que la familia es el principal núcleo para desarrollar valores positivos.

Así que, estimados padres, es momento de tomar en sus manos esta tarea vital y recuerden que nunca es tarde para empezar algo nuevo y de beneficio para sus hijos.

 

¿Qué tipo de libros debe leer mi hijo?

El hábito de la lectura, como cualquier otro hábito, requiere de constancia.  Es decir, que si deseamos que nuestro hijo adquiere este excelente hábito debemos considerar que está comprobado que el niño debe realizarlo por lo menos 21 días continuos bajo las mismas condiciones.

¿Cuáles son esas condiciones?

1. La lectura debe realizarse a la misma hora.
2. Debe asignarse un lugar para leer.
3. El lugar debe ser cómodo, agradable, ventilado, iluminado y motivador.
4. Puede leerse variedad de cuentos.

Es importante que con los niños pequeños consideremos que los libros a los cuales tengan acceso sean coloridos, con dibujos grandes y poco texto y de materiales resistentes.  Actualmente, hay mucha oferta de libros con estas características.

Cuando iniciamos al niño en el hábito de la lectura, lo ideal es que sea desde que es un bebé.  La madre o un adulto cercano puede leer el cuento mostrando las diferentes imágenes y la entonación al leerlo es muy importante para darle énfasis a ciertos momentos de la historia.

En edad pre-escolar, entre los 3 y 6 años, los niños se interesan por libros con alto contenido de fantasía.  De igual forma, es importante tomar en cuenta que tengan un buen porcentaje de imágenes y gradualmente, según la edad del niño, ir incorporando mayor cantidad de texto y de buen tamaño.

Los niños de primaria deben estar expuestos a diversidad de textos de acuerdo a sus intereses y situaciones diarias.  Otro aspecto a considerar es si quien lee es niño o niña, debido a que lo que les gusta en ocasiones difiere en ciertas temáticas.

Para los adolescentes, se sugieren libros de aventura y de historias relacionadas a jóvenes de su edad, o bien, que involucren temas propios de la etapa en que están viviendo.

Anímeles a la lectura con textos de acuerdo a lo que les llama su atención, incluso llévelos a una biblioteca o a la librería para comprar el que más les guste.

La clave está en que sean libros atractivos y que luego, establezcamos en casa las condiciones mediante las cuales, la repetición de la actividad lectora nos permita que los niños y adolescentes adquieran este hábito que trasciende en el aprendizaje para toda la vida.

 

 

 

¿Por qué formar niños competentes?

La educación ha vivido una serie de cambios a lo largo de la historia a fin de responder a las necesidades del momento y futuras.

En la actualidad, estamos pasando por un cambio que involucra todos los elementos posibles de la vida del niño o joven.

Cuando hablamos de formar en ellos competencias, estamos hablando de desarrollar su talento, generar estrategias que les permitan aprender más y mejor, promover la práctica de valores y actitudes positivas, y aplicar todo esto a cualquier contexto donde el niño se encuentre.

Hoy nos piden que toda la comunidad sea partícipe de este proceso para que en sintonía, la escuela, los padres y los niños, se involucren en acciones para que se desarrollen las capacidades aún latentes.

Como padres observaremos que los niños realizan actividades y tareas diferente, integradoras y que exigen que el niño resuelva problemas aplicando sus conocimientos.  Y es que eso es precisamente lo que hará cuando sea adulto, cuando forme una familia, cuando trabaje, cuando estudie, cuando se plantee lograr metas en la vida.

Existen personas que se caracterizan por un amplio saber.  Personas cultas, con un gran acerbo cultural y académico.  Pero cuando pones a esas personas a trabajar con otros, no son capaces de tolerar y respetar a los demás.  O puede suceder que para resolver diversas situaciones, no son capaces de generar soluciones creativas y aplicar conocimientos.

Si lo ponemos de otra manera, los niños y jóvenes necesitan desarrollar 3 elementos clave para ser competentes:

• Sus conocimientos
• Sus habilidades
• Sus actitudes

Si por ejemplo, un niño busca información sobre el fútbol, desarrollará conocimientos sobre ese deporte.  Puede memorizar las normas del juego, cómo se juega, cuántos jugadores tiene cada equipo, técnicas, etc.

Pero con tener ese conocimiento, no podemos decir que el niño es un futbolista.

Hace falta desarrollar sus habilidades.  Es decir, su motricidad para dominar el cuerpo, para coordinar su vista con sus pies o la portería, su habilidad de estrategia para defender o avanzar para meter un gol, etc.

De lo contrario, de qué sirve tener tanto conocimiento si no sabe qué hacer con él?

Por esa razón es importante que, tanto padres como maestros, promuevan experiencias donde el niño conozca y ponga a prueba sus habilidades.  Es necesario hacer que piense por sí mismo.

Y por último, con todo ese conocimiento y habilidad puesta en juego, para qué le sirve si no muestra actitudes adecuadas.  Este niño necesitará de actitud positiva, proactividad, trabajo en equipo y liderazgo.

Sólo cuando este niño haya desarrollado estos elementos podemos afirmar que es competente para jugar fútbol.

Padres y educadores están llamados a crear oportunidades para que los niños sean capaces de afrontar cualquier situación en forma autónoma.  Lo mejor que podemos hacer es orientar su talento para que se desarrolle al máximo.

Ser competente no es algo que se logra de la noche a la mañana, así que un sistema consistente de experiencias a mediano y largo plazo ayudarán a los niños y jóvenes a lograrlo.

 

Una sana autoestima, un regalo para toda la vida

 

Los padres siempre desean lo mejor para sus hijos, es un deseo natural.  Parte de lo que se espera es que los hijos puedan construir una vida plena y feliz, es decir que tengan éxito en la vida.

Sin embargo, en ocasiones los buenos deseos no son suficientes para lograrlo y las acciones de los padres no son congruentes con lo que esperan para sus hijos.

No puedes esperar que tu hijo sea independiente, si nunca le permites tener responsabilidades.

De la misma forma que no puedes esperar que elija una pareja que la respete y ame, si tú nunca actuaste como padre de esa manera para formar su autoestima.

Y es que la autoestima es tan importante, que puede expandir sus potencialidades como marchitarlas, de acuerdo a cómo se ha construido.

Tomar consciencia de cuán influyentes son los padres en el desarrollo de una autoestima sana es uno de los primeros pasos.

La programación de cómo nos vemos a nosotros mismos ocurre en los primeros años de vida.  Por eso debes cuidar tus gestos, ademanes y palabras porque son el medio por el cual formará un concepto de sí mismo y de lo que es capaz de hacer.   Tus mensajes como padres tienen el poder de construir, tanto como para destruir.

Así que empieza a evaluarte, observa tu rostro y cómo te expresas hacia ellos.  En ocasiones, estás enviando mensajes contradictorios.

Un niño necesita que sean cubiertas sus necesidades fisiológicas, pero además, necesita del afecto de sus padres.

¿COMO PUEDO FORMAR UNA AUTOESTIMA SANA EN MI HIJO?

1. Provee caricias positivas. No importa la edad que tenga tu hijo, exprésale verbalmente cuanto lo amas y aprecias.  Escucharlo es necesario, así  que no des por sentado que lo sabe.  Además, dale caricias físicas, besos y abrazos son importantes, pero incluso una palmadita puede hacer una gran diferencia.

2. Dialoga con frecuencia. Cuando digo dialoga, no me refiero a hablar sobre situaciones cotidianas.  El diálogo hay que practicarlo para que no se desvíe de su objetivo real.  Cuando tienes un buen diálogo, tu hijo no se sentirá juzgado o corregido, mas bien escuchado y comprendido.  Busca los espacios para conversar de temas profundos, de sus intereses y sueños, hazle saber que le apoyas y cuenta contigo.  Esto te ayudará a conocerlo mejor y saber cómo acercarte más.  Además, estará más receptivo a lo que le digas, así que es tu oportunidad de darle palabras positivas para su vida.

3.  Cuando corrijas, enfócate en el hecho y no en la persona. Parte de los mensajes que afectan a los niños y adolescentes es que cuando han cometido un error, los padres suelen enfatizar en su hijo con frases como:

• Eres un tonto.
• No sirves para eso.
• Tan haragán que eres.

En su lugar, señala el hecho que deseas que se modifique:

• Esa no es la respuesta correcta, inténtalo de nuevo.
• Busca otra alternativa que te guste más.
• Recoge la ropa que has dejado tirada.

Los padres tienen una influencia poderosa que puede lograr que sus hijos sean exitosos, recuerda que tú eres el espejo donde ellos se verán todos los días. Tú decides si lo que verán será un niño o joven con una excelente autoestima o alguien que aun no sabe aceptarse a sí mismo.

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